En la búsqueda permanente de hacer de la escuela un espacio de reflexión y concientización, se llevó adelante el miércoles 9 de mayo una jornada dedicada por entero al trabajador y sus problemáticas, a través de la puesta en marcha de 8 talleres (teatro, alternativas ante la robotización laboral, arte, plusvalía, composición literaria, trabajo y naturaleza, humorismo, y derechos laborales utópicos). 

Teniendo en cuenta, además, la importancia de dar a los alumnos la posibilidad de elegir, los chicos, previamente, seleccionaron tres de los ocho talleres; finalmente, y luego de un arduo trabajo que tuvo por finalidad la conformación de grupos similares en cuanto a lo numérico, se les indicó en cuál de los talleres elegidos participarían.

Podemos decir que el objetivo primordial se cumplió significativamente: se generó reflexión y concientización en cada uno de los talleres.

Ahora bien: profundicemos un poco en cuanto al análisis metodológico.Los talleres se desarrollaron de 8:30 a 10:45 hs. (respetando el respetable recreo): durante ese lapso, los profesores expusieron y brindaron la consigna a realizar, y los alumnos, además de ser «todo oídos», elaboraron, a través de diferentes dinámicas, aquello que desde las 10:45 y hasta las 11:45 hs. se expuso en el patio. Resultaron experiencias más que interesantes las teatrales: desde la puesta en escena de una obra con más de 50 actores, pasando por las representaciones teatrales del taller de humorismo; de las de utopía y distopía (que contó con la participación de nuestros invitados: los alumnos de 6to Año de Primaria), hasta la reproducción del audio producido en el taller titulado «¡Hasta la vista , obreros! Terminator 85000: La batalla final final final», surgidas todas como forma de reflexión sobre un tópico en particular. Asimismo, los debates fomentados dentro de los talleres, o bien fueron comentados verbalmente por profesores y alumnos, o bien se expusieron con cartulinas. Cabe decir que en ciertos casos, lo exhibido en la puesta en común, no refleja la intensidad con la que se vive la actividad dentro de las aulas, superando la preparación del producto al producto mismo.
Los debates generados a partir de lo expuesto, así lo demostraron. Un comentario aparte merecen el taller de Arte, que produjo la exhibición de una muestra que todavía puede apreciarse en la galería del colegio, y el taller literario, que ofreció la lectura de un cuento de uno de los talleristas.
Con respecto a la crítica constructiva, podemos decir que la puesta en común se hizo un poco «chicle». Seguramente un orden de exposición más acertado habría evitado algunos bostezos… y hago el mea culpa. Con respecto a mi función, esta jornada me sirvió de experiencia para entender de una vez por todas que los seres humanos no tenemos todavía la posibilidad de clonarnos instantáneamente y así poder cumplir dos funciones diferentes al mismo tiempo. Si bien me ocupé de toda la organización de los talleres (contando con la valiosa colaboración de Paula Martín, que se encargó de confeccionar dos de los mismos), ni bien comenzó la actividad tuve que renunciar a esa tarea, para ocuparme de mi propio taller. Delegar en otro profesor mi taller, u ocuparme solamente de organizar y supervisar las actividades habría sido la sencilla solución.
Por último, quiero también agradecerles a todos los profesores que participaron de la jornada, por la excelente predisposición desde el primer momento.

Prof. Juan Manuel Cerviño